viernes, 19 de junio de 2009

El egoísmo como terápia

Intrigado por el titular de este escrito ? Si es así, es lo que pretendía. En caso contrario quizá ya haya hecho esta reflexión y no le cuente nada de nuevo. Espero dar eso sí, un punto de vista distinto a una actitud ante la vida y los problemas diarios y así ayudar a los demás y a nosotros mismos. De ahí, lo de terapia egoísta.

Una breve reflexión que quiero transmitirles es la que a posteriori, me he hecho yo mismo, ante un cambio de actitud que muchas veces pasa por pensar más en el prójimo que en uno mismo.

Me explico. El día a día, las preocupaciones personales, laborales, económicas, etc. Han acabado por mermar nuestra capacidad de atención a los problemas ajenos, aislarnos en nuestro "mundolandia" y pensar que "bastante tenemos ya con lo nuestro, como para aguantar lo de los demás". No nos falta razón, seguro. Pero esa misma preocupación por nuestra situación y "despreocupación/desinterés" por lo ajeno, nos acaba causando un cuadro ansioso, depresivo, estresante e irritable que, como pez que se muerde la cola, no hace más que crecer y crecer y nuestra situación piscológica tiende a empeorar o cuanto menos a estancarse en ese "fango gris", nuestro amargo presente.

En un artículo anterior, alentaba al ejercicio físico. El mero hecho de ir al gimnasio, correr, caminar, nadar, movernos... nos hará sentir mejor con nosotros mismos ya que el sacrificio físico nos permitirá afrontar mejor los problemas, los tomaremos como una tarea más a realizar.

Hoy pretendo transmitir una reflexión que sacada de mi vivencia, me ha parecido interesante de comentar. Es la del ejercicio esperitual. Me refiero a eso con ayudar, aconsejar, escuchar a los demás. Eso nos permitirá varias cosas.

La primera, no pensar todo el día en nosotros y nuestro día a día, de esa forma descargamos una tortura constante a nuestra mente, ya que el pensar y/o ayudar a los demás requerira que estemos centrados en problemas que al no ser nuestros, no nos cargan de preocupación sino de fuerza.

La segunda, es que al hablar y escuchar las preocupaciones, problemas e inquietudes de terceros nos dará una visión mucho más amplia para resolver nuestra situación personal. Estructuraremos mejor nuestras ideas, posibilidades, prioridades y objetivos y el hecho de aconsejar o dar nuestro punto de vista a otro respecto a su situación hará que nos planteemos los problemas de forma mucho más objetiva. Y eso repercutirá en la mejora para abordar los nuestros de forma mucho más realista.

La tercera, es que ayudamos en lo que podemos. No hablo de nada material necesariamente, puedo hacer un favor al vecino o sólo escuchar sus problemas y dar mi punto de vista. Todo vale para ayudar y no tiene porqué costarnos más que nuestro tiempo o esfuerzo. Si esto se repitiese en cadena, acuerdense de la película "cadena de favores", una parte de nuestros problemas, se resolveria sola. Ya que la solidaridad entre las personas daria a los demás lo mejor de uno mismo y de esa forma repercutiria en la mejora colectiva en general. Yo soy informático, un chico que conozco me ha pedido si puedo revisarle, arreglarle e instalarle el ordenador. A cambio, le he pedido que me heche una mano para cortar la hierba de mi "mini" jardín (el es jardinero). Hice una web (sencilla) para una hípica y a cambio mi hija monta gratis a caballo (el los tiene que mantener vaya yo o no, y yo ahora no pago cuando voy). Esto son ejemplos muy gráficos, pero escuchar a un amigo o conocido cuando quiere explicarnos algo, nos distrae de nuestro problema y nos enfrenta a un nuevo reto, nos hace pensar en soluciones y nos permite extraer conclusiones ya que nuestro grado de implicación es menor que si el problema es propio.

Hay muchas razones, pensemoslas... Hoy el tema es el entreno. No en un gimnasio, sino con los demás... de esa forma a parte de hacer un bien, creceremos y maduraremos más la forma de solucionar nuestros propios problemas.El título tiene un sentido doble... no es que lo hagamos por los demás... sino para nosotros mismos... pero en el fondo... ayudar ayudaremos y seguro que estaremos mucho mejor.

Almenos a mi me ha pasado así, y mi reflexión para escribir este artículo fue la egoísta frase de "no es que lo haga por los demás, sino porqué yo me siento mejor"... dá igual... fijense en el cambio de perspectiva... y en las posibilidades que eso nos abre.

Un Saludo.
Josep Mª Picañol